martes, 29 de mayo de 2007

Me comenta María Dolores ,que ayer sufrió una experiencia muy negativa, tenía que comprar algo en una mercería a ultima hora, y se acercó a la única que quedaba abierta, preguntó por el producto después de dar los buenos días ,y nada más contestar la dependienta diciéndole que no tenía, un ruido potente acompañado de un profundo olor a cloaca invadió el local (era una ventosidad muy pero que muy fétida ) y María Dolores ,que al principio no reaccionó ,se tiró cuerpo a tierra, luego se oyó perdón ,María Dolores se levantó, y salió hundida, y absolutamente deprimida del sitio ,y por supuesto sin el recado en cuestión, pero, como buena psicóloga que es, ha querido compartirlo, para intentar olvidarlo aunque el reguardo del tinte aún se lo recuerde.

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