martes, 11 de marzo de 2008

Un paraiso para cada uno

Disprosio un hombre trabajador y discreto donde les haya, ha tenido a bien confesarnos ,que uno de sus lugares favoritos, por no decir su lugar favorito es La ferretería (bien dentro de grandes almacenes, o bien a pie de calle) Disprosio adora los tornillos, las alcayatas, los martillos, los cables, los pegamentos que destrozan la piel y demás delicatessen de este tipo de negocios,, por ello su vida social se ha visto muy tocada en los últimos años.
Nos comenta con tristeza, que los gustos sociales vienen impuestos, que se puede ir una tarde de compras pero sólo si se trata de ropa, si propones a alguien ir a buscar tornillos y alicates un sábado por la tarde te mira raro , pero lo que sorprende a nuestro entrañable Disprosio es que si tu dices la frase mágica: "estoy haciendo bricolaje en casa..." entonces, haces lo mismo, es decir vas a la ferretería te pones hasta arriba de ver tuercas, martillos...pero con una diferencia, el entorno te mira bien.
Todo esto nos hace reflexionar, y apelar a la libertad del individuo de pasar sus ratos libres como más convenga, y ¿qué hay de malo en los tornillos? Hace falta más tolerancia ferretera .

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo desde que está el Leroy Merlin no he vuelto a una ferretería. Allí encuentro todo lo que me hace falta para practicar mi hobbie favorito. ¡Qué lujo! Todos los tornillos ordenados por tamaños, todas las sierras de calar (que tanta falta hacen en casa), ¿y qué decir de esa ingletadora sin la que no podríamos vivir?. En fin, Leroy Merlin ha cambiado mi vida para siempre.

Kokikok dijo...

Que razón tienes amigo.