sábado, 20 de octubre de 2007

Disoluciones vitales

El nunca suficientemente ponderado Dr Siloestán, nos anticipa unos fragmentos de la tesis de Cesio sobre "Las desilusiones " Aunque para no herir la sensibilidad de los lectores nos advierte que conviene leerlo despacio, y suspender la lectura si en algún momento se apelotonan los sentimientos negativos, que como no conducen a nada, como todo el mundo sabe es mejor que no se apelotonen, para que así puedan dejar sitio a sentimientos que si conducen a algo.
En su profundo estudio sobre las desilusiones, Cesio, ha llegado a la conclusión de que existen como en tantos otros órdenes de la vida varios tipos:
Por un lado, tenemos las desilusiones homogéneas, que son las que se producen o las que causan miembros de la misma familia, por ese motivo cabrean tanto, disgustan tanto, y duran tanto, por que en estos casos están en la frontera de lo que se llamaría desilusión permanente, que como todo el mundo sabe es imposible de asumir.
Por otro lado, tenemos las deisilusiones heterogéneas, esas que se producen cada día con todos los extraños y cercanos de nuestro entorno, por ejemplo ese dentista que nos abrasa a facturas,ese fontanero que tarda en llegar a casa más que un perro lazarillo y luego nos cobra tiempo trabajado,ese banquero que nos pone la hipoteca a precio de alquiler de habitación fija en "el Ritz", ese super que nos pone los alimentos básicos a un precio de colección de cuadros Tyssen...
En resumen, Cesio nos confiesa que no sabe como sobrevivimos al día a día, con tanta desilusión sobre nuestras cabezas, pero sabemos que el hombre es fuerte y lo que no nos mata nos hace durar más .

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