Para triunfar es necesario conocer los colores, y cómo estos nos pueden aupar en la vida o hundirnos en lo más hondo, hay que huir de los colores que nos recuerdan cosas desagradables: como vómitos, diarrea...colores que atraen los insectos, convirtiéndonos en víctimas anónimas,colores que nos producen dolor de cabeza, colores que conviven lo mismo que el aceite con vino, estampados que compramos en un momento de debilidad hortera y compulsivo y del que aún después de varios años guardamos un nefasto recuerdo, colores que huelan porque los hay y producen asfixia.
Los colores sugieren como los olores, y por eso resulta difícil encontrar un dormitorio marrón, un salón negro ...
Pero no sólo en la decoración, en la ropa el color y la forma son sinónimo de éxito o de fracaso, hay colores que nunca pasan de moda, y otros que nunca debieron estar de moda, la clave está en no creer tanto a los diseñadores y fiarnos más de nuestra propia intuición, no aparecer de blanco en una boda o no aparecer de negro en un bautizo lo sabe todo el mundo, pero sobre todo no olvidar el sentido común.
Las pistas para verificar nuestro acierto o fracaso son inmediatas en las caras de los que nos rodean,una vez le contaba a Unuvio una mujer que se vistió de ese siempre difícil color caqui, que en un cóctel ella se encontraba al lado de la puerta del aseo conversando, cuando de repente y tras salir varias personas y abrir la puerta un olor pestilente y profundo se apoderó de la sala, y ella entristecida se dio cuenta que las personas que la rodeaban empezaron a mirarle raro y poco a poco se quedó sola,
En otra ocasión, un eminente cocinero quiso hacer "fantasía reportera" para sorprender a sus comensales, y se le ocurrió poner colorante alimenticio a unas natillas, y el pobre estuvo al punto de quebrar pues la gente pensaba que esas natillas verdes eran otra cosa.
Un hombre de ciencia perdería su credibilidad si apareciera vestido con un traje fluorescente en una ponencia.
Por eso cuidado,mucho cuidado con los colores,el nunca suficientemente ponderado Dr Siloestán suele decir que:" en los colores como en la literatura los clásicos nunca fallan" y es que por algo el siempre insuficientemente ponderado Dr es una eminencia.
Los colores sugieren como los olores, y por eso resulta difícil encontrar un dormitorio marrón, un salón negro ...
Pero no sólo en la decoración, en la ropa el color y la forma son sinónimo de éxito o de fracaso, hay colores que nunca pasan de moda, y otros que nunca debieron estar de moda, la clave está en no creer tanto a los diseñadores y fiarnos más de nuestra propia intuición, no aparecer de blanco en una boda o no aparecer de negro en un bautizo lo sabe todo el mundo, pero sobre todo no olvidar el sentido común.
Las pistas para verificar nuestro acierto o fracaso son inmediatas en las caras de los que nos rodean,una vez le contaba a Unuvio una mujer que se vistió de ese siempre difícil color caqui, que en un cóctel ella se encontraba al lado de la puerta del aseo conversando, cuando de repente y tras salir varias personas y abrir la puerta un olor pestilente y profundo se apoderó de la sala, y ella entristecida se dio cuenta que las personas que la rodeaban empezaron a mirarle raro y poco a poco se quedó sola,
En otra ocasión, un eminente cocinero quiso hacer "fantasía reportera" para sorprender a sus comensales, y se le ocurrió poner colorante alimenticio a unas natillas, y el pobre estuvo al punto de quebrar pues la gente pensaba que esas natillas verdes eran otra cosa.
Un hombre de ciencia perdería su credibilidad si apareciera vestido con un traje fluorescente en una ponencia.
Por eso cuidado,mucho cuidado con los colores,el nunca suficientemente ponderado Dr Siloestán suele decir que:" en los colores como en la literatura los clásicos nunca fallan" y es que por algo el siempre insuficientemente ponderado Dr es una eminencia.
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