miércoles, 20 de junio de 2007

Sugerencia de Volframio

Volframio tuvo hace días una experiencia muy penosa y negativa que nos quiere participar, porque le afectó profundamente. Era un Martes (este detalle nos dice que lo digamos por si tuviera alguna repercusión en el acontecimiento, que él desconoce ) no llovía (circunstancia que nos dice que destaquemos puesto que la visibilidad era buena), él se encontraba en su casa tomando una horchata (esa bebida tan rica de chufas que a él tanto le gusta), de repente sonó el teléfono (como tantas otras veces suena en su domicilio porque al tenerlo al corriente de pago suele llamar y recibir llamadas) y le comunicaron que su amigo Rutenio (amigo con el que iba a conciertos y con el que jugaba al mús en la cafetería de la facultad) había fallecido el día anterior, y que se le iba a enterrar hoy mismo a las 16;00 en el cementerio principal de la ciudad. Entonces... Volframio abandonó su horchata, pues estaba muy afectado, y afirmó que no faltaría ...
Así, llegadas las tres del medio día, Volframio salió de casa vestido para la ocasión, tomó su coche, y se puso rumbo al cementerio, durante el trayecto se perdió doce veces por que como suele suceder el cementerio siempre está en ese sitio inaccesible y sin señalizar de cualquier parte, una vez llegado allí esperó al séquito. De pronto, llegó un coche a toda velocidad, que entró tan deprisa que no le dió tiempo a arrancar el coche...detrás iban seis coches más, asustados y a toda pastilla seguían al "Fernando Alonso" de las pompas fúnebres, Volframio por fin arrancó su coche e intentó alcanzarles, pero ya era demasiado tarde, dió vueltas y más vueltas sin encontrar ni rastro de nadie, hasta que por fin apareció un hombre mayor con un mono de trabajo, y Volframio aprovechó para preguntarle. El hombre voluntad tenía mucha pero como guía estaba a años luz de dar una buena indicación, asi que después de seis vueltas más, al fondo, vio gente muy compungida y decidió bajar, pues le pareció haber reconocido a alguien, unas señoras le dieron el pésame, y él por no resultar faltón no quiso decir nada, terminó aquel entierro, y cuando ya animicamente destrozado se disponía a abandonar el sitio, vio una enorme lápida a sus espaldas con el nombre de su amigo , se quedó allí un instante y le dijo bajito "espero encontrarte más facilmente la próxima vez" y regresó a su casa.

Cuando llegó a su casa, seguía sin llover y seguía siendo martes, pero Volframio no quería dejar pasar la ocasión sin dar una sugerencia: ¿Porqué no se pone un rótulo luminoso en los coches fúnebres y una bengala de color en el sitio del entierro para facilitar las cosas? Él piensa que ya que nos desplazamos varios kilómetros para una cosa así, por lo menos podrían facilitarlo un poco, por eso ha querido dejar esta sugerencia para ver si tiene resulados y puede ayudar alguien, y ha querido hacerlo en Miércoles ( aunque ignora si esto tendrá algún significado).

2 comentarios:

Crispal dijo...

¿Quieres decir que se equivocó de entierro, asistió al de otro muerto y sólo se dio cuenta cuando al salir del cementerio vio la lápida de su amigo? Qué tristeza. ¿No estaría la horchata fermentada y se le subiría a la cabeza?

Kokikok dijo...

Efectivamente así es pero com Voloframio además de sentimental es práctico ha querido hacer sugerencias por si sirven de ayuda para otra ocasión.